Taoísmo

Grupo del primer Curso de Taoísmo en Dénia.
El pasado domingo 12 de mayo tuvo lugar en Dénia el primer Curso de: Introducción al Sistema Taoísta, organizado por la Chen Taichi Centre Dénia,
ayudando a la realización del mismo el Maestro Federico Asensio Cabrera el cual nos puso en contacto
con el Maestro Li Liyong, Presidente de la Comunidad Taoísta Española. Un encuentro donde los participantes de distintos lugares de la Comunidad Valenciana y Murciana, tuvieron muchos de ellos/as su primer acercamientos al Taoísmo y a los distintos conceptos como el Tao, Taoísmo y el Taoísta, o el Acto de Caminar, el Camino y el Caminante, ideas que la mayoría de curiosos de esta tradición milenaria confunden o interpretan de manera errónea por desconocimiento.
El Maestro Li Liyong recalcó en varias ocasiones la importancia del cultivo personal en el Taoísmo. La teoría y la práctica deben ir de la mano y preservar los 3 Tesoros: La Esencia (Jing), La Energía (Qi), y El Espíritu ( Shen), para ello el/la Taoísta se nutre del método correcto y un Maestro experimentado que le guie durante el proceso. El estudio y la reflexión de los principales textos clásicos del Taoísmo, Tao Te King, Lie Tse, Chuan Tse,es de suma importancia para el propio cultivo Taoísta.
El Taoísta es funcional y lógico “comentó el Maestro Li Liyong es pragmático, pero ante todo debe ser integro y con una rectitud inquebrantable”. El Taoísta practica, vive la compasión, con frugalidad y con humildad, desde la sinceridad, realizando cada acción desde la espontaneidad.
El curso de tres horas y media pasó muy rápido, como cuando estás a gusto en cualquier actividad, y el tiempo pasa volando. Se quedaron muchos apartados para explicar, meditación, alquimia interna, I Ching, rituales etc. para el segundo curso que, prepararemos próximamente.
Maestro Federico “Li Weili”Asensio Cabrera. 7º Dan Kyusho Dim Mak.
Maestro Pepe “Chen Depei” Arlandis Ivars. 8º Nivel Chen Taijiquan. taichidenia.com


El Taoísmo un Sistema de Vida
La Vida es un lazo de tiempo ininterrumpido, dirigido por el viento de las circunstancias, por medio de energías oscilantes, ondulantes y relativas. Pero siempre queda latente, dentro del ser humano, un halo de misterio que envuelve todas las acciones de esa vida, única e irrepetible. Caminamos llenos de Sentimientos y Pensamientos, sin saber dónde detener nuestra mente, dónde apoyar nuestra agonía, para así descansar. Sin embargo, parece que en este constante andar no hay descanso, no hay sobriedad y equidad; parece que el mundo domina nuestro ser como si fuera un motor que impulsa a nuestros espíritus y que se mueven por medio de acciones independientes e interconectadas por sí mismo. No sabemos nada de nosotros mismos, parece que no tenemos tiempo de pensar. Así la vida pasa. Así acabamos en la línea final, creyendo que es la meta, cansados, sí, y quizás deseosos de partir, de dormir, de descansar, pues las ondulantes vibraciones de la vida por todo nuestro recorrer -desamores, desilusiones, deseos, insatisfacciones, culpas, remordimientos, enfermedades, inseguridades- han consumido nuestra energía vital, la vejez consume nuestras reservas y solo quedamos a la espera de partir hacia lo desconocido, pues podemos tener ideas y conceptos de lo que es ese estado al que llamamos Muerte, pero en verdad nadie tiene la prueba de hacia dónde vamos. Por ello, y por más cosas, el ser humano se convierte en un constante buscador, a veces de una manera directa, otras, indirectamente, de las repuestas a los interminables interrogantes que inherentemente viven en nuestro interior, acompañándonos todo el camino. 
El Taoísmo enseña a vivir, mostrando las maneras de experimentar las respuestas, cada uno a su manera, comprendiendo más bien las preguntas. 
El Taoísmo enseña que vivimos dentro de un gran misterio, somos un gran misterio, y nada es más interesante que eso. Ese misterio es el causante de que cada cultura haya creado sus distintas formas de ver la vida, con la poética epopeya de dioses y demonios, y es el que permite que los científicos más distinguidos queden anonadados ante la infinita y magnánima nebulosa del Universo. A todo este Misterio los taoístas le llamaron Tao, el Camino de todas las cosas, y la impermanencia es la forma que tiene de actualizar los datos según las épocas y el sentido propio del movimiento universal.
En Denia, seguiremos hablando de esto, de las herramientas que tiene el taoísta… Y trataremos de experimentar…
PEDRO G. MURCIA CASAS, DAOSHI (MAESTRO TAOÍSTA), 15 GENERACIÓN DEL LINAJE WUDANG XUAN WU PAI (de nombre taoísta Li Li Yong 李 理 永), 26 GENERACIÓN DEL LINAJE QUANZHEN LONGMEN PAI (de nombre taoísta Tian Chong Shan田崇善) , 7º DAN DE HUNG GAR KUNG FU, DIPLOMADO EN QIGONG MÉDICO Y EN ACUPUNTURA, MAESTRO DE TAICHI CHUAN, PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD TAOÍSTA ESPAÑOLA (Templo de la Pureza y el Silencio), creada por el Maestro Tian Cheng Yang 田诚阳 .

¿QUÉ ES EL TAOÍSMO? NECESIDAD DE ELEGIR BIEN
Toda persona interesada en el Taoísmo busca el desarrollo de sí misma para alcanzar su Realización Personal y la Genuina Libertad. Para ello necesitará encontrar a un Maestro que le explique y le acompañe en su trayecto.
Un Maestro que posea una visión universal e integral del Taoísmo, siendo pragmático pero no escéptico, creyente pero no ingenuo, basándose en los fundamentos esenciales y básicos de la doctrina, adaptándose a las épocas y a las circunstancias sin perder jamás la esencia primordial del Tao, siendo capaz de no poseer forma alguna que lo sujete a un dogma, sin fragmentar, rechazar y/o ignorar aspectos esenciales del Taoísmo.
Estamos ante un verdadero Camino de Vida, ante un verdadero Camino de Realización Personal.
Es de esperar que aquel que busca el Taoísmo es porque tiene cierta atracción hacia su filosofía y práctica. Esto debe tenerlo claro.
El Taoísmo posee más de 5000 años, y se ha transmitido ininterrumpidamente de maestro a discípulo hasta la actualidad. El Taoísmo estudia el Tao, responsable de todo cuanto existe, ya sea concreto o abstracto, ya sea visible o invisible, ya sea imaginable o inimaginable. El Tao es incalculable, es imperceptible a los sentidos, es misterioso y esencial. Todo existe por el Tao, en el Tao y para el Tao, por lo cual, venimos de él, vivimos en él, y volvemos a él.
Un sistema se va conformando con el paso de los siglos, poco a poco, con diferentes estudios sobre un mismo objetivo, que con el tiempo van convergiendo entre sí; con diferentes teorías que, en sus análisis, van dando un resultado que va comulgando con otras observaciones en diferentes lugares y momentos; así va creando un cuerpo cada vez más denso que se estructura en un sistema, una doctrina, que se le denomina Taoísmo. Este sistema siguió aunando confluencias de variados exponentes importantes en la historia.
La doctrina taoísta se enfoca en varios principios básicos, pero lo más importantes son:
– la comprensión y el conocimiento de aquellos procesos que nos controlan y que de cierta manera nosotros modificamos;
– la mejor manera de interactuar con nuestro entorno, con nuestra naturaleza, y con nuestros semejantes para poder vivir en armonía, abundancia y espontaneidad, convirtiendo las adversidades en posibilidades;
– y el cómo vivir larga y plenamente una vez que logremos los otros dos principios.
No podemos convertir el Taoísmo en un sistema folklórico alejado de la realidad original. Cada taoísta, sea Maestro o Discípulo, tiene la obligación de aprender y enseñar la doctrina con una perspectiva sincera y profunda, evitando caer en teorías ilusas para poder explicar, convenir o vender los ideales Taoístas. El Taoísmo no es una mercadería,
no es un producto que deba venderse o alquilarse, es un Arte, una Ciencia, un Sistema milenario y tradicional con unos principios funcionales, abiertos y precisos que permiten la actualización, la condensación y la defensa de todos los guardianes del Camino Espiritual Taoísta.
Finalmente, el Taoísmo nos impulsa a vivir la vida en su plenitud, que es el primer principio para alcanzar la Inmortalidad, nos aleja del apego, porque todo cambia, y nos muestra que porque todo cambia es que existe la maravilla.